Despues de tiempo de trabajo de documentación, restauración y organización, la iniciativa Restaura Films logra salir a la luz. Nuestra pasión por el cine nos llevó a investigar el porqué de que muchas películas clásicas, cine de serie B o de bajo presupuesto desapareciera con el paso de las décadas. Esta búsqueda empezó en España hace ya unos años rebuscando en esas tiendas de películas de segunda mano y preguntándome como compañías desconocidas publicaban películas en muy mala calidad y sin mención a la productora original de la obra. Descubrí lo que llamaban el "Dominio Público", películas que habían perdido los derechos y que iban muriendo en ediciones de muy baja calidad o simplemente no se habían editado nunca.
Empezó una misión imposible, aunque algunas de esas películas estaban preservadas en la Filmoteca Nacional de España el acceso a ese material fue imposible por distintos motivos que daría casi para escribir un libro. Puesto que muchas de esas películas eran producciones americanas empezó nuestra aventura de búsqueda en los Estados Unidos.
La Libreria del Congreso en Washington DC, una de las instituciones más importantes para la conservación del cine con uno de los archivos más importantes del mundo.
Aquí empezó todo, y aún continua, interminables jornadas con una labor intensa de búsqueda en los registros de la Libería del Congreso sacaron a la luz joyas del cine que para bien o para mal habían perdido sus derechos, lo que nos permitió poder empezar a trabajar en ellas, empezando por la búsqueda del material para poder comenzar la restauración de dichas películas. En algunos casos la labor de preservación de esta institución facilita el acceso a estos materiales que aunque no estás restaurados si han sido preservados con el cuidado necesario para poder empezar esta labor de restauración.
Películas como Juan Nadie (Meet John Doe) dirigida por Frank Capra o El Extraño (The Extranger) dirigida por Orson Welles son dos ejemplos de películas que hemos podido devolver a la luz gracias a la labor de preservación de la Librería del Congreso en Washington DC. Dado que estas películas están ya en dominio público se han podido restaurar sin necesidad de eternos procesos de concesión de derechos o pagos astronómicos de costes de licenciamiento.
Esto no es nada más que un pequeño inicio de lo que esperamos se convierta en una filmoteca cada vez más grande donde poder acceder a estas grandes obras restauradas para su proyección en cines, difusión en internet, festivales de cine o cualquier actividad cultural para difundir estas joyas de la historia del cine.